Editoriales

Un cuestionable reparto del déficit

El Gobierno enmienda el techo de gasto que acaba de aprobar. Así, el tope de déficit para las autonomías se suaviza en 2018, al pasar del 0,3 al 0,4%. Se vuelve a manifestar así la debilidad parlamentaria del Gobierno. Del mismo modo que la necesidad de atraer a Ciudadanos obliga a anticipar la rebaja del IRPF, la pretensión de seducir a los barones socialistas lleva a hacerles un guiño.

Sin estas cesiones es muy probable que los Presupuestos de 2018 fracasen. Ahora bien, el nuevo reparto de las metas de déficit es cuestionable. Hacienda planea que los 1.000 millones que perdona a las autonomías se compensen con un menor desequilibrio de la Seguridad Social. Pero está demostrado que ni siquiera la fuerte creación de empleo basta para bajar esos números rojos.

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