
En junio, el paro cayó a niveles de 2009 gracias a las 98.317 personas que abandonaron las listas de los Servicios Públicos de Empleo. Además, la contratación registró un nuevo récord, con cerca de 2,1 millones. Obviamente, las perspectivas de un verano récord para el turismo y el inicio de las rebajas en el comercio han influido en estos excelentes datos.
Pero atribuir todo el mérito a la estacionalidad sería injusto, ya que la generación de empleo no solo se produce en los servicios. Salvo en agricultura, también actúa en la industria y la construcción, lo que evidencia el impulso de la recuperación y, sobre todo, de la reforma laboral. Urge, por tanto, preservar una norma que posibilita una excelente evolución del mercado laboral más allá del verano.