
La fusión Bankia-BMN da un paso decisivo, después de que sus consejos de administración aprobaran ayer la operación. Sin duda, el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, alcanzó un buen resultado, que es neutro para el Estado (mantiene en niveles idénticos su participación en ambos bancos) y beneficioso para sus minoritarios. No en vano, el valor de BMN queda fijado en 825 millones, la mitad de lo estimado en marzo, lo que implica que los partícipes de Bankia sufrirán una dilución menor de lo que se esperaba.
Pero, sobre todo, esta última entidad se verá reforzada tras absorber, con escasos costes, una estructura muy complementaria geográficamente, que impulsará el atractivo de Bankia y facilitará que el Estado cumpla sus plazos para salir de la entidad.