
Es conocido el rol clave de la empresa familiar en España. Emplea a 1,25 millones de trabajadores y la mitad de ellas prevé subir plantilla en 2017. Pero su impulso rebasa el mercado laboral. Desde hace años, la asamblea del Instituto de la Empresa Familiar (IEF) es una plataforma reivindicativa de las reformas pendientes.
Este año, la lista aún es larga y discurre desde incentivos al empleo hasta un pacto por la educación, pasando por más digitalización. Son propuestas imprescindibles y el presidente Rajoy las hizo suyas. Es un gesto adecuado, que demuestra que el Gobierno está dispuesto a sacar su agenda reformista del olvido en que cayó en ámbitos como los nuevos Presupuestos, ante la necesidad de seguir modernizando y flexibilizando la economía española.