Los empresarios valencianos se unen a los políticos y encabezan una rebelión sobre unos Presupuestos, que también afecta al resto de comunidades autónomas. Denuncian la discriminación de la Comunidad Valenciana en los Presupuestos. Sin duda, se trata de una postura lógica, ya que las cuentas públicas para 2017 reinciden en un maltrato histórico. Valencia queda de nuevo a la cola por inversión per cápita (119 euros por habitante, frente a la media nacional, de 184 euros).
Por si fuera poco, los Presupuestos no corrigen el déficit acumulado en infraestructuras sino que lo incrementan. En vez de ajustar el gasto público, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, prefiere recortar inversiones y mantener un maltrato que ni Valencia ni el resto de territorios merece.