
El éxito del AVE Madrid-Barcelona amenazaba con condenar al puente aéreo de Iberia. Pero en los dos últimos años, la antigua joya de la corona de la aerolínea acelera. Su número de pasajeros crece un 11% interanual; por contra, el AVE se mantiene fuerte, pero avanza menos: un 3,8%.
El despegue de la ruta de Iberia tiene un mérito especial, considerando factores nuevos, como la competencia de las compañías de bajo coste, y quita la razón a aquellos que decían que la aerolínea debía plantear ya su cierre. Muy al contrario, cabe mejorarla, con iniciativas que ya se manejan como crear un código compartido con Vueling para reducir precios y mantener frecuencia, por lo que el puente aéreo todavía puede dar más alegrías a sus gestores.