Con un déficit en la Seguridad Social del 1,7 por ciento y ante la perspectiva de que más de 1,2 millones de ocupados alcancen la edad de jubilación, el Gobierno debe tomar medidas para elevar los ingresos que sostienen el sistema. De esa necesidad surge la pretensión del actual Ejecutivo de permitir el cobro del 100 por ciento de la pensión a los que mantengan su empleo por encima de los 65 años. Aquellos que opten por esta opción pagarán dos veces el IRPF, a través de la nómina y a través de la prestación.
Ahora bien, los expertos creen que ese doble pago no alcanzará a compensar el alto gasto que genera un creciente número de jubilados, con derecho a pensiones de alta cuantía. Salvaguardar el sistema requerirá, por tanto, medidas más ambiciosas.