
La filial de renovables de Abengoa en EEUU, bautizada como Atlantica Yield, es la joya de la corona de la compañía. Tanto es así que los fondos y los bancos acreedores se aseguraron las condiciones de su venta antes del reciente acuerdo de rescate que salvó a Abengoa.
Dicho acuerdo supuso una inyección de capital de 1.170 millones a cambio de que el accionariado quedara en manos de los salvadores. Pero es comprensible que tal inversión requiera garantías. Y la mejor es decidir cuándo y a qué precio vender Atlantica que, en el mejor de los casos, supondría recuperar hasta 800 millones. Se trata de una cifra suficiente para convencer a los acreedores, lo que da seguridad a Abengoa a la hora de llegar a más acuerdos que le permitan emprender su nueva etapa.