Nunca ha habido tantas tarjetas de crédito. Los 44,88 millones supone un récord absoluto y hay que remontarse a 2008 para encontrar un parque similar. Este incremento se debe a varios factores. El más importante es la apuesta por el pago móvil. Si bien es cierto que la tecnología no está madura, las entidades apuestan por las contactless como paso previo a su desarrollo.
En el incremento de tarjetas tampoco hay que olvidar argumentos como el auge del consumo y la estrategia de los bancos por mejorar su rentabilidad prestando más dinero, circunstancia que lleva a acuñar más tarjetas. La suma de todos los factores va en beneficio de la unión de la banca con la tecnología. Una estrategia que debe ser ganadora.