
Grifols duplicó el último año los pagos a médicos en EEUU. La firma abonó 11,6 millones de euros a 9.337 profesionales (5,22 millones en 2014). Del total, 2,1 millones se destinaron a conferencias, simposios, formación de la compañía, alojamiento, comidas, bebidas y cursos. Es decir, actividades relacionadas con la promoción de fármacos y consultoría relacionada con medicamentos de su propiedad.
A diferencia de la europea, la legislación americana exige a los laboratorios publicar de forma detallada este tipo de actividades, que son legales a ambos lados del Atlántico y, también, habituales en la industria. A pesar de ello, no son éticas y causan rechazo en la sociedad. Para ganar en credibilidad, Grifols no debería abusar de este tipo de pagos.