Mariano Rajoy y Albert Rivera mantienen reuniones en privado para alcanzar acuerdos sobre los presupuestos. La desviación del déficit público y la necesidad de corregirlo para evitar la millonaria multa de Bruselas dan más importancia si cabe a estos encuentros. El calendario exige que las cuentas públicas de 2017 se aprueben antes del 23 de septiembre.
De no ser así, se prorrogarían las actuales, lo que no serviría para nada. España necesita soluciones urgentes. La fortaleza de nuestro PIB no puede aguantar más meses de indefinición. De ahí que estos encuentros que buscan salir de la situación de bloqueo y en los que los presupuestos son la prioridad sean un ejercicio de responsabilidad al que deberían sumarse otros partidos.