Blablacar, la aplicación para compartir coche, muestra un auge en España que preocupa a los sectores del autobús, el AVE y el avión. De hecho, los expertos estiman que Blablacar puede devorar el 14 por ciento del negocio que ahora pertenece a esos medios de locomoción. Aún hay aspectos normativos sobre la operativa de la aplicación que deben aclararse.
De hecho la patronal Confebus la ha llevado a los tribunales. No obstante, una vez determinado si es sólo un intermediario o una empresa convencional, y si Blablacar acepta las condiciones fiscales y legales que se derivan de cada caso, el sector del transporte tendrá que aceptar la presencia de un nuevo jugador. Y esa circunstancia forzaría cambios, en los precios y en el servicio, para ser más competitivos.
