El sector de las renovables experimenta una intensa actividad desde hace meses, de la que España puede dar buena fe, a través de múltiples operaciones como la alianza de KKR con Acciona o la compra de Gecalsa por parte de Gas Natural. Con todo, el proyecto en el que Gamesa y la división eólica de Siemens están involucrados desde enero, y que hoy vuelven a analizar, supone un salto cualitativo.
No en vano la unión, que supondrá que la firma alemana controle el 60% de la española, implicará el nacimiento de un nuevo gigante mundial en este ámbito. Siemens se acercará así a su anhelado objetivo de imponerse como líder en la tensa lucha que mantiene con la danesa Vestas. Pero Gamesa aportará a su socio una fortaleza que va más allá de un incremento cuantitativo de cuota de mercado.
La empresa cuenta ya con un peso internacional de gran calado estratégico. Por un lado es amplia su presencia en países emergentes, hasta el punto de ser la eólica número uno en China, México e India (en este último país ganó este año tres concursos) y le corresponde el segundo puesto en Brasil.
Pero especialmente valioso resulta su posicionamiento en Estados Unidos y en Europa (donde es el cuarto operador); no en vano se espera un resurgir de las renovables en los países desarrollados, gracias al despliegue de nuevas soluciones técnicas que permiten obtener más energía con el mismo viento. Especialmente notables son las turbinas de hasta ocho megavatios que Gamesa desarrolla.
Se abre, por tanto, un prometedor escenario para las renovables a escala mundial y el gigante que generarán Gamesa y Siemens está en posición muy avanzada para aprovecharlo.
