Energía

Gamesa analiza este jueves la entrada de Siemens, con el 60% del capital

  • La nueva compañía mantendrá un 15% de cuota del mercado mundial
  • Ignacio Martín seguirá al frente del nuevo gigante de los aerogeneradores

El consejo de administración de Gamesa tiene previsto celebrar hoy una reunión extraordinaria para analizar y, previsiblemente, aprobar la ampliación de capital que dará entrada a Siemens en la compañía.

Ambas empresas llevan más de medio año negociando su proyecto de fusión, que creará el segundo mayor fabricante de aerogeneradores del mundo, y que se espera que se anuncie hoy mismo.

La operación supondrá que la alemana se quedará con una participación de alrededor del 60% del capital, mientras que Iberdrola, mayor accionista de Gamesa, se mantendría con el 10% de la empresa.

La nueva Gamesa tendrá una capitalización bursátil superior a los 10.000 millones de euros, ya que la alianza entre ambas se realizará sin una oferta de compra, sino mediante una ampliación de capital, que deberá ser aprobada por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Esta operación servirá para aportar los activos eólicos de Siemens, un extremo que se considera que no supondrá un problema, porque ya ha habido operaciones similares en el mercado.

La intención de las dos compañías sería tener la operación cerrada con todas las aprobaciones regulatorias antes de final de año, incluidas las de la Comisión de Competencia en Bruselas.

Sede en España

La nueva empresa de aerogeneradores se mantendrá como compañía cotizada en la bolsa española y con sede en Zamudio y su principal ejecutivo seguirá siendo Ignacio Martín. La fusión supondrá el nacimiento de un nuevo gigante en el negocio eólico con una cuota de mercado mundial del 15% y una potencia total instalada de 66.000 megavatios -33.500 megavatios de Gamesa y 32.400 megavatios de Siemens- desbancando a General Electric en el segundo lugar de la clasificación y acercándose con fuerza a la danesa Vestas.

Se espera que en el acuerdo al que se llegue pueda existir un pacto de compra de aerogeneradores con Iberdrola, principal cliente en este momento de ambas empresas y un periodo de permanencia en el capital.

La cotización de Gamesa se disparó a primera hora de la mañana con los rumores del próximo cierre de la operación y la empresa llegó a subir hasta casi un 6%, mientras que Siemens se revalorizaba casi un 3% e Iberdrola subía un 1,48%. Al cierre del mercado estos valores se moderaron y acabaron con un incremento por parte de Gamesa del 3% hasta los 16,97 euros, y Siemens un 1,77%, hasta los 91,77 euros.

Gamesa explicó ayer por la mañana a la CNMV que las negociaciones se mantenían abiertas, aunque "no se ha adoptado ninguna decisión ni se ha materializado acuerdo alguno al respecto", confirmando así la información publicada por elEconomista.es de que ayer no se iba a producir el anuncio, al no haberse convocado ninguna reunión del consejo de la compañía.

Presencia global

Siemens Windpower cuenta con siete planta industriales repartidas entre Alemania, China, Estados Unidos y Canadá, algunos de los mercados en los que Iberdrola cuenta con una destacada presencia.

El gigante alemán considera que la COP21 de París servirá para relanzar el sector eólico que en 2015 ha registrado una entrada de capital de 15.400 millones de dólares en 2015 frente a los 11.800 millones de 2014 de fondos de capital riesgo o venture capital. La mayor adquisición del año la protagonizó China State Power con la compra de Pacific Hydro por 2.000 millones de dólares. En total se calcula que en el mundo hay proyectos tanto en tierra como marinos para construir un total de 48.800 MW eólicos con cerca de 647 compañías, lo que muestra un futuro prometedor para los cinco mayores fabricantes de aerogeneradores del mundo.

La compañía alemana sigue creciendo, sobre todo en América del Norte y Centro y Norte de Europa. Recientemente, ha recibido el pedido más grande del mundo por parte de la estadounidense MidAmerican Energy, para la construcción de varios parques eólicos onshore en Iowa, que suman una potencia de 1.050 megavatios.

En el caso de la eólica marina, Siemens ha situado el centro de producción de estas turbinas en Reino Unido, donde ha invertido 190 millones de euros. Ubicado en Green Port, en la ciudad de Hull, el nuevo centro estará terminado en 2016 y a pleno rendimiento en 2017 y generará alrededor de 1.000 puestos de trabajo en los próximos años justo cuando la eléctrica española comenzará el desarrollo de otro de sus grandeas proyectos el East Anglia 1 y, posteriormente, la segunda fase en el East Anglia 3.

Por su parte, Gamesa ha ido consolidando su proceso de internacionalización con presencia en 54 países en todo el mundo, sobre todo en Europa y Estados Unidos, aunque también se ha posicionado en nuevos mercados como India y México, convirtiéndose en el primer fabricante en ambos países; Brasil, lugar donde ocupa la segunda posición; y China, donde el año pasado fue el fabricante no chino con más pedidos.

El año pasado ha entrado en dos países más: Tailandia, donde instalará 60 megavatios en tres parques eólicos y Kuwait, con un contrato de 10 megavatios para la construcción del primer parque eólico del país.

Adwen, General Electric y el rescate de Francia a Areva

A lo largo de los últimos meses, el Gobierno francés ha ido retrasando la operación entre Siemens y Gamesa por culpa del acuerdo que mantenían Areva y la española para el desarrollo de la energía eólica marina. La empresa española y la alemana plantearon al Ejecutivo galo un abanico de soluciones, desde quedarse completamente la compañía, a vendérsela entera a Areva o buscar un tercero.

En este tiempo, la única opción que ha ido ganando fuerza ha sido la compra por parte de General Electric, pero la compañía estadounidense ha jugado al gato y al ratón sin dejar claras cuales eran sus verdaderas intenciones en todo momento. De hecho, en las últimas declaraciones de su máximo responsable se echó un jarro de agua fría a esta operación. El Gobierno francés, además, desveló ayer el rescate al que ha tenido que someter a Areva, donde deberá inyectar no menos de 5.000 millones, por lo que la solución definitiva para Adwen sigue siendo en estos momentos una incógnita por desvelarse.

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