
Cumplir con el objetivo de déficit del 3,6% para este año pactado con Bruselas después del desfase presupuestario de Hacienda no va a ser un camino de rosas, pero todavía hay margen para cumplirlo. Esa es la conclusión de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, que ha sacado a relucir algo que ya se temía, el Gobierno no ha reducido el gasto en la cantidad equivalente a la pérdida de recaudación fiscal.
Y lo cierto es que el contexto juega en contra, pues la inestabilidad política no da tregua y la necesaria contención del gasto parece haber caído en saco roto. La responsabilidad de adoptar las medidas necesarias, difíciles pero factibles, recaerá ahora en el futuro Gobierno, razón de más para apelar a la responsabilidad.