
La banca española destaca como una de las que más apostó por Reino Unido. Así, su exposición a ese país es del 16%, frente al 5 de promedio en Europa. Tan alta cifra es fruto de una estrategia coherente con las fortalezas que ofrece una economía fiable, muy ligada a España y que fomenta la competencia financiera.
Los resultados de Sabadell y Santander daban fe, hasta hace poco, de lo acertado de la apuesta. Ahora, la posibilidad de que Reino Unido abandone la UE amenaza con revertir la situación. Sin duda, la banca española sufriría el Brexit, aunque tiene bases para recomponerse.
Por el contrario, el perjuicio más hondo lo encajaría el propio sector financiero británico en su conjunto, al ver socavada su actual primacía mundial como centro de operaciones.