El Real Madrid se afana en salvar la ampliación de su estadio. No en vano está en juego la financiación que el fondo Ipic comprometió en el proyecto. Por ello, el club se muestra dispuesto a rebajar el muy ambicioso plan inicial, que la Justicia paralizó, renunciando a levantar un casino, y limitando la superficie del nuevo centro comercial y del hotel.
Corresponde al equipo de la alcaldesa Manuela Carmena estudiar con detenimiento esa propuesta, para asegurar que, a diferencia de la anterior, no invade espacios públicos viarios y zonas verdes de la Castellana. Nada justificaría, especialmente teniendo en cuenta la ideología que Carmena representa, que se hicieran concesiones a un proyecto que, como el juez dictaminó, obedece sólo a intereses de una entidad privada.
