Si hay un aspecto que Ingvar Kamprad valora de la empresa que fundó, Ikea, es la "independencia" y, mantener la firma fuera de bolsa resulta, según el empresario, una de las claves para garantizarla. Ahora bien, esa postura no impide reconocer el gran atractivo que un posible estreno en el parqué de la firma supondría.
Es lo que cabe esperar de una empresa cuya valoración superaría los 54.400 millones, situándola como la tercera mayor compañía europea en el sector de la distribución. Se trata de un gran potencial, que quizás a Ikea le convendría aprovechar en un momento en el que su cifra de negocio y su beneficio aún crecen, pero empiezan a desacelerar, demostrando que un reforzamiento de aspectos como su presencia en Internet sería adecuado.
