
Los nuevos canales de TDT comienzan a emitir. Las condiciones en que los titulares de las licencias empiezan su andadura son la mejor prueba de hasta qué punto el Gobierno desaprovechó una oportunidad de oro para ayudar a reestructurar un sector atenazado por el duopolio de Mediaset y Atresmedia. A tenor de su resultado, el reparto de frecuencias parece pensado sólo para que sus beneficiarios obtengan réditos económicos.
Así, el accionista mayoritario de Secuoya planea vender su parte en la productora, mientras Kiss cede su programación a Discovery o 13TV se libra del canon que hasta ahora pagaba a Unedisa. Por tanto, el Gobierno, lejos de contribuir al surgimiento de un nuevo jugador de peso, atomiza más el sector y fortalece el duopolio.