La jornada de resultados trimestrales de la banca española está al caer, y despejará las dudas sobre cuál está siendo el coste de la difícil situación que atraviesa el sector financiero europeo. Por ello, las expectativas son exigentes: el beneficio no puede caer más de un 22%.
Para el Ibex35, los datos serán determinantes, pues, dada su gran bancarización, una reducción de ganancias peor de la esperada podría llevar a rojo su cotización y ahondar su tendencia bajista. Hasta ahora, la presión sobre los márgenes del negocio bancario por los tipos de interés a 0 y la falta de una demanda solvente han ido descontándose por el mercado, pero el riesgo a que su impacto sea peor de lo esperado continúa en estado latente.
