
Fitch y los analistas de BBVA coinciden en atribuir un fuerte avance al PIB español en el primer trimestre: un 0,8%. Sin duda, la inercia legada por 2015, gracias al empuje de decisiones de inversión y consumo tomadas hace meses, aún se nota.
Ahora bien, sería temerario considerar que la incertidumbre política carece de efectos. Así, el índice Ecomargen de elEconomista rebaja tres décimas sus previsiones para 2016.
En otros términos, las ganancias de la bolsa española en relación a las ventas de sus 60 empresas más capitalizadas queda en el 5,6%, por debajo de la media de la década. Los perjuicios todavía pueden ser mayores, lo que debe servir de aviso a los partidos sobre el riesgo que conlleva la inestabilidad que están prolongando.