
La Comisión es contundente en la carta de alarma que enviará al Gobierno. El riesgo de que España descuide las reformas y el control del déficit y la deuda públicos justifica que Bruselas se plantee el envío de inspectores a Madrid. Conviene tomar en serio esa advertencia. Uno de los éxitos de la pasada legislatura fue esquivar, pese a la crítica situación heredada de la Administración Zapatero, un rescate a la portuguesa, que habría implicado la llegada de los hombres de negro.
Ahora ese desembarco vuelve a barajarse y España, por muy enquistada que se halle su situación política, tiene que volver a evitar el fracaso que supondría una pérdida de soberanía económica. Para ello, el nuevo Gobierno debe garantizar el control del gasto y la continuidad de las reformas.