
El equipo directivo de Vitaldent fue ayer detenido, acusado de fraude y blanqueo. La operación no afecta a los franquiciados; de hecho, ellos denunciaron la presunta contabilidad B del presidente Ernesto Colman, nutrida de pagos en efectivo que desviaba a Luxemburgo. El escándalo sólo incumbe a las prácticas puramente gestoras de la cúpula de Vitaldent.
Con todo, resulta innegable que la odontología low cost se verá más ensombrecida por el golpe que ha sufrido la empresa pionera de este modelo y la más extendida. Si a ello se suman otros casos semejantes, como el que llevó al cierre de Funnydent, y los problemas internos que afronta esta actividad, como su ya elevado número de clínicas, sólo puede concluirse que este sector necesitará una honda reconversión.