
El año 2015 pasará a la historia como un ejercicio atípico en la bolsa española, en el que incluso tendencias habituales, como el típico rally navideño, se truncaron. Ante tales antecedentes, conviene aplicar con cautela la tradicional táctica de apostar en el nuevo año por los valores más castigados en el anterior, en previsión de que repunten.
Entre los perros de 2015 se hallan Arcelor o Repsol y es factible que los bajos precios de las materias primas aún los penalicen en 2016. De igual modo, la continuación de la crisis de los emergentes todavía puede pesar sobre el Santander por su alta exposición a Brasil. Con todo, resulta claro que los perros ofrecen una oportunidad innegable, como es el acceso a títulos de empresas de reconocida solidez a un precio atractivo.