Este viernes EEUU celebra una de las fechas más esperadas para el consumo, el Blackfriday, un día en el que las tiendas se llenan de descuentos y ofertas. Sin embargo, este año no sólo los miles de consumidores marcan en rojo el día en el calendario; también las bolsas ven en esta fecha como un antes y un después para sus resultados. Es cierto que, tras los vaivenes sufridos por la economía global, el mercado estadounidense se mantiene estable.
Sin embargo, el efecto de las compras en el Blackfriday, y también el propio de la campaña de Navidad, será clave para determinar la tendencia, alcista o bajista, del mercado. Su sesgo condicionará las próximas decisiones de la Fed e incluso las elecciones presidenciales de 2016 en EEUU.