La fibra óptica es el futuro de Intenet. Sin embargo, un cambio en las condiciones regulatorias puede frenar su avance. Telefónica estudia parar su actual despliegue si la futura normativa es adversa, al obligar a compartir sus redes con sus rivales. Ésta es la posible consecuencia de la inminente revisión del mercado de banda ancha que la CNMC tiene pendiente.
Es comprensible la cautela de la empresa presidida por César Alierta, ya que su fuerte apuesta por la fibra la convirtió en uno de los líderes, al contar con 13,4 millones de viviendas pasadas por fibra -aunque el servicio lo ofrezca otra teleco- y dos millones de clientes. La nueva regulación debe velar por la competencia sin desdeñar el esfuerzo inversor que Telefónica acometió en los últimos años.