
Los tres propietarios de Cortefiel, Permira, CVC y PAI discrepan sobre sus planes en la firma. Contrariamente a lo que se rumoreó en septiembre, no hay acuerdo sobre la necesidad de vender. Sólo Permira tiene clara su marcha, absorbida como está por una intensa actividad desinversora en España, que alimenta también su proyecto de sacar Telepizza a bolsa. El interés de los otros dos socios es distinto.
Ambos entraron en Cortefiel, junto a Permira, en 2005, lo que implica que han soportado los años en los que la firma se vio golpeada por la crisis. Es comprensible que CVC y PAI se resistan a vender precisamente ahora, cuando el consumo repunta y Cortefiel roza ya el beneficio neto positivo. Precipitarse en este momento implica arriesgarse a sufrir minusvalías.