Editoriales

Un dividendo más estable y predecible

La empresas buscan nuevas alternativas para salvaguardar la retribución al accionista. Aunque lo más habitual en España es que las cotizadas repartan un porcentaje de sus beneficios, firmas recién estrenadas en bolsa como Cellnex, Merlin o Saeta Yield recurren a una nueva fórmula para evitar endeudarse o ampliar capital para retribuir.

Consiste en fijar el importe de sus dividendos en función de los flujos de caja, libres de todo compromiso financiero, dado que se identifican con el remanente que queda tras restar el circulante, el pago de impuestos y el pago de intereses. Se trata de una opción adecuada y que además beneficia al accionista, dado que supone pagos más estables y predecibles, al desligarse del no siempre seguro beneficio.

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