La bolsa vuelve a notar las consecuencias de la crisis china. Tras el lunes negro de la semana pasada en el Ibex, que cerraba con su peor caída desde 2012, -un 5,01%-, el selectivo volvía ayer a cerrar en negativo al situarse en el 2,79%. Unas malas cifras a las que se unen las fugas de patrimonio que sufren los fondos de inversión: suman 5.163 millones, la mayor salida en cuatro años.
Aunque aún es pronto para conocer las consecuencias de los descensos bursátiles, el temor a un escenario bajista podría instalarse en el mercado, máxime cuando economías como Canadá o Brasil entraban en recesión recientemente. Un escenario incierto ante el que la bolsa sólo puede testar los soportes del lunes para saber dónde está el suelo ante las posibles futuras caídas.