Editoriales

Pequeño alivio para la banca

La mejoría económica comienza a notarse también en la banca. Prueba de ello, es que la entrada de nuevos créditos en morosidad en las entidades se desploma a 25.820 millones de euros en 2014. Una cifra que supone doblegar a la mitad los 52.251 millones contabilizados en 2012 cuando se obtuvieron récords históricos, especialmente por el trasvase de activos dañados al banco malo y también por la avalancha de quiebras empresariales y los incumplimientos de los hogares.

La hemorragia de impagos se frena gracias a los esfuerzos de las empresas, que han llevado a cabo fuertes procesos de reestructuración, así como de los particulares, que han conseguido mejorar de forma considerable su situación financiera. La recuperación económica juega un papel crucial, igualmente, al frenar el problema del desempleo y la mortandad de empresas.

Bajo este nuevo prisma, el porcentaje de impagos en financiación de vivienda cayó del 6,30 al 5,82 en un año y del 38% al 34,6% en actividades inmobiliarias y construcción. De hecho, en el último año la nueva declaración de impagos ha menguado un tercio y ha conseguido situarse muy cerca de volúmenes de hace cinco años.

Unas buenas cifras que suponen un pequeño alivio para las cuentas de las entidades ya que ayudan a reducir el lastre adquirido durante la crisis económica. Y es que por culpa de los impagos, el sector ha tenido que realizar provisiones por valor de 293.000 millones desde 2012. Aunque todavía queda mucho trabajo por hacer para que la banca se encuentre totalmente saneada, el hecho de que entren menos impagos nuevos permitirá a las entidades volcarse en su negocio tradicional, que es el del crédito, con menores cargas por provisiones.

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