La Reserva Federal (Fed) está a las puertas de subir tipos y ese hecho, inédito en casi 10 años, tendrá consecuencias, especialmente, para los emergentes. No en vano la apreciación del dólar que supondrá se dejará notar sobre el medio billón de deuda denominada en billetes verdes que esas economías arrastran.
Al aumento del valor del pasivo hay que añadir las dificultades para refinanciarlo ya que, tanto si la operación se hace en dólares como en moneda local, el mercado exigirá rentabilidades más altas. Se trata, por tanto, de un riesgo añadido a los que ya planean sobre las economías emergentes, ya castigadas por la desacelaración de China y la depreciación de las materias primas. El perjuicio de estos países sólo puede poner en peligro el crecimiento global.
