
La guerra crediticia entre las entidades financieras del país en el ámbito de pymes y familias pasa factura a las cuentas de resultados del sector. Los últimos datos muestran como los bancos, cajas y cooperativas aceleran el descenso de sus ingresos por el negocio de financiación.
A cierre de marzo de 2015, los ingresos obtenidos por los créditos al sector privado residente bajaron un 7,17% en sólo tres meses, es decir los bancos dejaron de ingresar 700 millones de euros debido a esta acuciante rivalidad. A pesar de que con ello se pretende atraer a un mayor número de clientes y fomentar la competencia, la banca debe ser prudente en la concesión de préstamos y no perder de vista su principal objetivo, que es mejorar la rentabilidad.