La oferta de servicios convergentes con televisión, Internet y teléfono fijo y móvil es la apuesta segura de las telecos para elevar sus ingresos por usuarios. En este sentido, Movistar lleva la delantera a sus rivales, tanto por su determinación para convertirse en una videocompañía global, como por su reciente compra de Canal+.
Esto ha provocado que Vodafone y Orange busquen alternativas para acortar distancias con Movistar. Ambos operadores están buscando un acuerdo con Netflix, el mayor proveedor de televisión por Internet del mundo para ofrecer un videoclub online donde estén disponibles películas y series que complementen sus servicios. La decisión apunta en la dirección correcta para alegría del mercado y de los usuarios.