
Coca-Cola Iberian Partners, el embotellador único de la marca, crece con fuerza: la empresa cerró ayer su último ejercicio con un resultado operativo de 311 millones de euros, lo que supone un 46,8% más sobre el año anterior. Son cifras meritorias que contrastan con el hecho de que se haya embarcado en un expediente de regulación de empleo para el que persiguió pagar las más bajas indemnizaciones que la ley permite.
Las razones que justificaban ese ERE se basaban en la necesidad de reestructurar la firma, lo que hace suponer que estaba al borde de registrar pérdidas. Con todo, sus ganancias delatan hasta qué punto el expediente carecía de una base que permitiera acogerse a ese supuesto legal.