
Cinco meses de negociaciones no bastan para que sindicatos y patronal cierren el acuerdo de negociación colectiva. El pacto, donde se fija la evolución de los salarios entre 2015 y 2017, debía haberse cerrado en enero y las sucesivas demoras son las culpables de que 2.000 convenios sectoriales y de empresa, el 80% de los que deben firmarse este año, estén paralizados.
El atrincheramiento de las centrales a la hora de reivindicar una subida salarial superior al punto porcentual es, en gran parte, culpable del retraso. Abrir la puerta a alzas por encima del 1%, con el IPC por debajo de cero y con la recuperación consolidándose, compromete unas ganancias de competitividad que han sido vitales para el cambio de ciclo de la economía española.