El presidente de Mercadona, Juan Roig, siempre ha dicho que quiere que sus empleados estén contentos porque la felicidad de un trabajador está ligada con su productividad. Por ello, decidió en 2001 enlazar una parte de la retribución salarial de su plantilla a esta variable.
La cadena de supermercados distribuyó el año pasado un total de 263 millones de euros en concepto de prima por objetivos. En lo que va de crisis, el bonus ha sumado 1.600 millones y, paralelamente, ha mejorado la productividad de sus empleados (que han pasado de vender 19.355 euros a 25.400 euros cada uno). Son cifras que demuestran cómo Roig se adelanta a las nuevas tendencias en el mercado laboral, que valoran la satisfacción de la plantilla.