
Sólo faltan tres Consejos de Ministros para que el Gobierno decida, o no, si renueva el Real Decreto que alivia el balance de las inmobiliarias, una medida que evita a las compañías computar en sus cuentas anuales las pérdidas por deterioro relacionadas con inversiones.
Los promotores piden al Ejecutivo un año más de prórroga. Si bien es cierto que el sector vive ahora un cierto punto de inflexión (el ladrillo da síntomas de recuperación), todavía no está suficientemente capitalizado como para afrontar una escenario sin prórroga. El Ejecutivo debe actuar con rapidez. Lo contrario supondría condenar al cierre a multitud de pequeñas y medianas empresas, que se verían obligadas a solicitar el concurso, pese a haber luchado por sobrevivir.