Las ideologías extremas no son el camino a seguir en Europa. Es lo que se desprende del desplome del 13 por ciento que sufrió ayer la bolsa griega (acompañado por una mengua del 3,2 en el Ibex 35). El Gobierno heleno ha adelantado las elecciones presidenciales al próximo 17 de diciembre, a las que seguirá una compleja sucesión de votaciones parlamentarias. Si culmina sin jefe de Estado electo, Grecia está abocada a unos comicios anticipados, donde Syriza -el Podemos griego-, es primero en las encuestas. Las simpatías que mantienen ambas formaciones son públicas y comparten propósitos como hacer reestructuraciones unilaterales de la deuda. Lo ocurrido ayer en los mercados debe tomarse como anticipo de las incertidumbres que siembra el populismo.