Las CCAA sólo han cerrado una cuarta parte de sus organismos públicos, una cifra escasa cuando el déficit todavía no está controlado y desde Europa se piden más ajustes. Los gobiernos regionales mantienen abiertos un total de 1.945 entes, muy por debajo de lo pactado con Hacienda, que contempla un escenario con 1.579 organismos públicos. En dinero, hablamos de un ahorro de cerca de 2.000 millones de euros, una cantidad importante que ayudaría a sanear las arcas regionales. El problema real es que no se acaban de adelgazar los gastos de una mastodóntica e ineficiente administración pública que aliviaría la carga impositiva a los ciudadanos y ayudaría a crear empleo. Pero ello exige una dieta dura, no meros retoques cosméticos cortoplacistas que no sirven para nada.