Sin ánimo de caer en la autocomplacencia (4,5 millones de desempleados apuntados en el antiguo Inem no permiten relajarse), lo cierto es que los datos de empleo siguieron mejorando en junio: el paro bajó en 122.684 personas y la Seguridad Social ganó 56.622 afiliados. Ello no evita que el Gobierno haya tenido que usar de nuevo la hucha de las pensiones para pagar la extra de los jubilados.
También mejora la contratación en la industria (repunta por primera vez en términos interanuales) lo que de continuar redundará en la creación de empleo de más calidad. Habrá que esperar al otoño para comprobar cómo se asienta la tendencia. El Ejecutivo debe reconsiderar una rebaja de cotizaciones que potenciaría más la recuperación del empleo.