CaixaBank, Sabadell y Popular han sufrido duros castigos en bolsa, debido al impacto en sus cuentas de la retirada del suelo de las hipotecas y a las mayores provisiones que exige el Banco de España por las refinanciaciones de crédito. A ello se unen los requisitos de capital de la nueva regulación bancaria Basilea III, que les abocaban a pedir dinero a sus accionistas y rebajar el precio de las acciones. Ayer estos bancos registraron importantes subidas de cotización. La razón: el convencimiento de las firmas de inversión de que el Banco de España y Hacienda preparan una solución, que permita a la banca doméstica sortear la ampliación de capital. Una noticia que despeja incertidumbres sobre el sector y que afianza la credibilidad en su plena recuperación.