El Tesoro afronta esta semana un examen decisivo. Emitirá deuda a corto, medio y largo plazo en un escenario bastante complicado, tras la degradación de nuestro rating unos escalones por encima del bono basura, y a la espera de otro veredicto de Moody's en los próximos días. Es posible que esta agencia mantenga la calificación, porque si no descenderíamos a un nivel no recomendable para los inversores. Hay muchos nubarrones en el horizonte y discrepancias del FMI con las previsiones de crecimiento del Gobierno español, la duda de si se va a solicitar ayuda a Europa y las que aún pesan sobre el rescate financiero. La acogida de estas nuevas emisiones indicarán como han repercutido los últimos acontecimientos en la confianza de los mercados.