
El que ha sido uno de los sectores golpeados más duramente por la pandemia, la hostelería, arrancará 2021 con una subida de precios de entre el 10% y el 15%.
Sigue así la tendencia marcada por la energía y la industria en un horizonte marcado por el incremento de los aprovisionamientos y la tensión alcista de los salarios. Esta decisión es más que comprensible para un actividad que se encuentra cada vez más ante las cuerdas y que no ve otra opción ante el encarecimiento de sus suministros. No será el único sector obligado a actuar así. Cada mes se suman más focos a una espiral inflacionista que, contra el optimismo del Gobierno, que fijaba la moderación para final de este año, tiene visos de mantenerse en niveles altos aún un largo tiempo.