
Con una distancia de más de 11 mil 700 kilómetros entre México y Nigeria, que recorren en un vuelo de más de 14 horas, tienen una característica en común, los precios de cemento más altos del mundo, otra particularidad entre ambas naciones es el bajo ingreso por persona.
Según el reporte del banco de inversión Imara (Imara Investing in Africa), con los precios de venta de la cementera Dangote en Nigeria, el precio promedio en ese país africano registró uno de las mayores cotizaciones del polvo gris en el mundo con 170 dólares.
En un reporte del año pasado, Imara señala que el precio de venta en Nigeria supera ampliamente los precios equivalentes pagados por tonelada en Estados Unidos, España, Alemania y otros países con economías desarrolladas. El reporte del banco de inversión reporta los precios de venta de 2012.
¿Bueno y eso es mucho es poco? Pues en México, ese año la unidad de Citigroup en México, Banamex, reportó que Cemex (con marcas como Tolteca, Maya, Monterrey, Anáhuac, entre otras), Holcim (antes llamada Apasco) y Cruz Azul vendieron la tonelada de cemento en alrededor de dos mil 400 pesos, cifra que al tipo de cambio del momento significó que los mexicanos pagaron 179 dólares.
Así, México y el país cuna del grupo terrorista Boko Haram, Nigeria, tienen que pagar los mayores precios por el adhesivo para la construcción. Esto a pesar del diminuto ingreso per cápita que tienen ambas naciones.
Aunque no es un atenuante, la situación más grave se presenta en Nigeria ya que el PIB per cápita en el país africano es de poco más de tres mil dólares, mientras que en México fue de alrededor de 10 mil 300 dólares por persona.
Por el contrario, en los países donde según Imara el cemento se pagó 100 dólares o menos por el equivalente a una tonelada, el PIB per cápita fue de 53 mil dólares en Estados Unidos, poco menos de 30 mil dólares en España y de 46 mil 250 dólares en Alemania, según los datos del Banco Mundial.
Con esos datos se desprende que mientras un estadounidense con un ingreso per cápita cinco veces superior al de un mexicano, pagaron 45% menos por una tonelada de cemento. Esto a pesar de que una parte del polvo gris en la Unión Americana se tiene que importar de China, Corea del Sur, Grecia y Canadá, entre otros países.
Obvio que el costo logístico tiene un costo, pese a ello fue mas barato. Esto echa por tierra el recalcitrante y obsoleto discurso de las cementeras en México de que el cemento se vende en saco o bultos de 50 kilos y en Estados Unidos se vende principalmente a granel o prácticamente ya preparado en concreto (o como se le conoce en algunas partes, en hormigón).
Para mi gusto, el reporte de Imara cobra relevancia por dos motivos. El primero, la fusión de las dos cementeras más grandes del mundo, Holcim y Lafarge va en la recta final después de un año de que se anunció.
En segundo lugar, porque la autoridad antimonopolios de España (Comisión Nacional de Mercados y Competencia, CNMC) amplió la investigación por presuntas prácticas desleales de las cementeras en ese país. Si usted se pregunta ¿Y eso que tiene que ver con México? Pues que las empresas investigadas en el país ibérico también están presentes en México y entre ellas están las que controlan más del 90% del mercado azteca.
La CNMC investiga a varias empresas, entre ellas Cemex España, Holcim, Lafarge, Cementos Molins y a Cementos Portland Valderrivas. Esta última es el brazo cementero de la gigante constructora española FCC, la empresa que ahora tiene como mayor accionista a Carlos Slim Helú.
Cemex en México es el líder de mercado con una participación de mercado cercana al 50%, además la productora de cemento Tolteca posee el 36% de las acciones de Grupo Cementos Chihuahua (GCC).
Holcim en México es el segundo mayor productor del polvo gris con alrededor de una quinta parte del mercado mexicano. En tanto, Cementos Molins es uno de los accionistas controladores de la cuarta mayor cementera en el país, Cementos Moctezuma.
Las prácticas monopólicas se traducen en mayores precios y en México cobran relevancia porque alrededor de dos terceras partes del consumo de cemento se utiliza para la autoconstrucción de viviendas. Es decir, ese consumo hormiga tuvo que pagar 70% más por un producto cuya calidad es estándar.
Si bien, países como Brasil, Guatemala, Colombia, España, Reino Unido, Alemania, Egipto y la propia Comisión Europea investigan las potenciales prácticas monopólicas de la industria cementera, en México la extinta Comisión Federal Competencia intentó sin éxito por más de siete años sancionar las presuntas prácticas monopólicas de Cemex, Holcim, Cruz Azul y Cementos Moctezuma por repartirse el mercado y pactar precios.
Sin embargo, los ejércitos de abogados lograron derrotar al ente antimonopolios de México. A principios de 2006 se inició la investigación y fue hasta el 2013 cuando por algunos errores técnicos, las cementeras ganaron la batalla.
Así, más allá de la verdad histórica (o real) y la verdad legal, la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) debería considerar las potenciales prácticas que limitan la competencia económica y que con ello el consumidor paga más por el producto, léase materiales para la construcción, servicios de transporte (aerolíneas, autobuses, taxis), servicios financieros (tasas de interés), productos de consumo (huevo, pollo, carne de puerco, limón, leche), entre otros.
Considerando la información de Imara sobre el precio del cemento en Estados Unidos, España, Alemania, el bulto de cemento en México en 2012 se habría vendido en 70 pesos y no en los casi 120 pesos como se hizo. Es decir, una diferencia de 70 por ciento.
Pero además, la idiosincrasia del consumidor mexicano debe cambiar.
Hace un par de años, quién esto escribe recibió quejas de dos cementeras en México porque a pesar de la mínima diferencia en la cotización de un bulto de cemento, al publicar que equis o ye empresa tenía el precio más bajo, las empresas se molestaron. Su argumento, que el consumidor mexicano relaciona lo barato con mala calidad.
Bueno, habrá que esperar a que se tomen cartas en el asunto y mientras eso pasa, me pregunto ¿Será malo importar cemento de otros países? Dado que la industria cementera es intensiva en capital, la mayor parte del empleo se genera en la cadena logística.
Para que tenga una idea, el mayor exportador de cemento en el mundo es China, por cada tonelada que se produce en México, en el país asiático se fabrican 71 toneladas.
RdeCuentas@gmail.com
Twitter: @TomasdelaRosa