La riqueza financiera neta de las familias (diferencia entre sus ahorros y las deudas) aumentó un 4,1% en el primer trimestre del año respecto al cierre de marzo de 2018, puesto que pasó de 1,37 billones a 1,45 billones de euros. Mientras la deuda se mantiene estable respecto al año pasado sobre 710.058 millones de euros.
Este aumento de la riqueza financiera neta fue el resultado de una adquisición neta de activos financieros de 18.000 millones y de unas revalorizaciones netas de 45.000 millones de euros, debidas, fundamentalmente, al incremento del precio de los activos de renta variable.
El grueso de los activos financieros de los hogares está en efectivo y depósitos (40% del total), seguido de acciones (27%), seguros y fondos de pensiones (16%) y participaciones en fondos de inversión (14%).
Según las Cuentas Financieras publicadas este lunes por el Banco de España, los activos financieros netos de las familias representan un 119,3% del PIB, 0,8 más que un año antes.
El saldo de activos financieros de los hogares e ISFLSH alcanzó a finales de marzo de 2019 un importe de 2,2 billones de euros, un 2,9% superior al de un año antes.
Respecto al PIB, los activos financieros totales de los hogares e ISFLSH representaron un 183,5% al finalizar el primer trimestre, siete décimas menos que un año antes.
Por componentes, el grueso de los activos financieros de los hogares se encontraba en efectivo y depósitos (el 40% del total), seguido de participaciones en el capital (27%), seguros y fondos de pensiones (16%) y participaciones en fondos de inversión (14%).
El efectivo y depósitos fue el componente que más incrementó su peso en los activos financieros de los hogares (+0,5%) con respecto a un año antes, mientras que el peso de las participaciones en el capital fue el que más cayó (-0,5%).
El despalancamiento de las familias comienza a desaparecer
La deuda consolidada de las empresas y de los hogares e ISFLSH alcanzó 1,61 billones de euros al término del primer trimestre, un 132,8% del PIB, 4,1 puntos por debajo de la ratio registrada un año antes.
La deuda consolidada de las sociedades no financieras representó un 74,4% del PIB (si se incluyese la deuda interempresarial, la ratio sería un 94%), mientras que para los hogares e ISFLSH fue un 58,4%. La deuda de las familias asciende a 710.058 millones, lo que supone un incremento del 0,04%, respecto al primer trimestre del año pasado.
Desde 2012, la familias españolas están registrando un proceso de despalancamiento reduciendo su de deuda de 862.000 millones a los actuales 710.058 millones. Lo que supone un descenso del 17%. Sin embargo, en los últimos ejercicios el ritmo está disminuyendo. En el primer trimestre fue el más bajo de la serie histórica, exceptuando el del tercer trimestre de 2018, cuando la deuda repuntó un 0,11%.