
Las actas de la última reunión de política monetaria de la Reserva Federal, celebrada el pasado 18 y 19 de junio, muestran como los funcionarios del banco central estadounidense observaron un fortalecimiento del escenario que apoyaría una próxima rebaja de tipos de interés.
"Muchos participantes indicaron que el caso para aplicar una política algo más acomodaticia se había fortalecido", rezan las actas, donde se citaron los desarrollos globales y la creciente incertidumbres sobre las perspectivas económicas.
Entre las señales de alerta se citaron los síntomas de debilidad en el gasto empresarial patrio o los decepcionantes datos económicos globales, que han generado preocupación sobre la fortaleza del crecimiento económico mundial. Al mismo tiempo, todos los acontecimientos relacionados con las tensiones comerciales han provocado que se adopte una visión más pesimista de las perspectivas económicas para EEUU.
En este sentido, los funcionarios consideraron que se justificaría un ajuste adicional de la política monetaria a corto plazo "si estos desarrollos recientes resultan ser sostenibles y continúan pesando sobre las perspectivas económicas".
El tímido repunte de la inflación corría el riesgo de debilitar las expectativas sobre los precios
Las razones que apoyarían un próximo recorte de tasas fueron variadas. Por un lado, algunos de los participantes justificaron que un movimiento como este podría ayudar a amortiguar los efectos de posibles choques adversos futuros a la economía y, por lo tanto, sería "una política apropiada" bajo la lupa de la gestión de riesgos.
Otros citaron que el tímido repunte de la inflación corría el riesgo de debilitar las expectativas sobre los precios, lo que a su vez ralentizaría el retorno sostenido a la meta del 2% de la Fed. Aún así, un futuro recorte en los tipos dependerá de los datos que se conozcan hasta finales de este mes y si estos indican un mayor deterioro en las perspectivas.
Cabría esperar una bajada de hasta 50 puntos básicos en los tipos de interés en la reunión de julio
El documento se publicó poco después de la comparecencia del presidente de la Fed, Jerome Powell, en el Comité de Servicios Financieros del Congreso, donde dejó claro que desde la reunión de junio la incertidumbre en torno a las tensiones comerciales y las preocupaciones sobre la fortaleza de la economía mundial continúan afectando las perspectivas económicas estadounidense mientras las presiones inflacionarias permanecen silenciadas.
Al ser preguntado sobre la posibilidad de un recorte de 50 puntos básicos en la reunión de julio, el guardián que vela por el pleno empleo y una meta del 2% en los precios no respondió directamente a la pregunta y simplemente declaró que la Fed dependería de los datos para formular su política. Esto deja la posibilidad de un recorte de 50 puntos básicos en la reunión de julio sobre la mesa.
El FedWatch de la CME proyecta en estos momentos que el 73,4% del mercado digiere un recorte de 25 puntos básicos el próximo 31 de julio mientras solo un 26,6% considera que la rebaja alcanzará los 50 puntos básicos. Dicho esto, el 54,7% sí estima una segunda rebaja de 25 puntos básicos que podría llegar en la comitiva del próximo 18 de septiembre.
Cabe recordar que el Comité Federal de Mercados Abiertos de la Reserva Federal (FOMC, por sus siglas en inglés), el órgano encargado de dictar el rumbo de la política monetaria en Estados Unidos, ha decidido dejar los tipos de interés sin cambios en un rango de entre el 2,25% y el 2,50%.
Eso sí, la decisión de mantener el precio del dinero sin cambios no fue unánime. De los diez funcionarios con derecho a voto, James Bullard, presidente de la Fed de San Luís, se mostró contrario a la decisión favoreciendo una rebaja de tipos de 25 puntos básicos. Los nueve miembros restantes apoyaron mantener los tipos sin cambios. Aún así, la Fed eliminó como estaba previsto la palabra paciencia de su comunicado. Además dejaba la puerta abierta a futuros recortes.