Los Verdes fueron los grandes ganadores morales de las pasadas elecciones europeas. Sus batallas, sobre todo contra el cambio climático, dominan la agenda europea. Sin embargo, su músculo institucional todavía se está desarrollando. Sin jefes de Gobierno en la mesa del Consejo Europeo que distribuyó los altos cargos, era previsible que terminaran con las manos vacías el pasado martes. Pero están dispuestos a hacer valer sus 74 escaños en la Eurocámara para la aprobación de Ursula von der Leyen como presidenta de la Comisión Europea.
Sobre todo porque la mayoría absoluta (375) que necesita la todavía ministra de Defensa alemana puede llegar muy ajustada con el PPE, los socialdemócratas y los liberales. Y más aún los escaños adicionales, entre unos 80 y 100, que necesitaría para cubrir las posibles ausencias en el voto y contar con el suficiente colchón para legitimar su mandato. Las dificultades que encara para construir una robusta mayoría quedaron claras de nuevo en el debate del pleno del Parlamento sobre el paquete de altos cargos cerrado por los líderes.
"Estoy totalmente confiado de que la cooperación con los Verdes beneficiará a la coalición gobernante, pero también al conjunto de Europa"
Por eso, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, dedicó sus primeras palabras a agradar a los Verdes. Se mostró ante el pleno "totalmente confiado de que la cooperación con los Verdes beneficiará a la coalición gobernante, pero también al conjunto de Europa". No todos los 444 escaños que suman las tres familias valedoras del acuerdo están seguros, dadas las reservas expresadas por sus jefes políticos en la Eurocámara, y el malestar entre delegaciones nacionales, como los socialdemócratas alemanes. La razón es la punzada mortal que dieron los líderes al procedimiento de candidato principal (spitzenkandidat), por el que tan solo uno de los candidatos que encabezaron las listas en las elecciones europeas puede presidir la Comisión. Pero no fue el caso de Von der Leyen.
Tusk buscó aliados más allá. "Pediré a todos mis socios que involucren a los Verdes en las negociaciones", dijo en referencia al resto de jefes de los Ejecutivos y la propia candidata a presidir la Comisión. Pero las palabras del polaco fueron recibidas con mucho escepticismo entre las filas de los Verdes. "La bancada verde muerta de la risa", twiteó el eurodiputado Ernest Urtasun (ICV), tras recordar que Tusk ignoró a los suyos en el proceso de consultas para el reparto de sillas.
Entre el resto de grupos, aunque hubo malestar por el pacto de los jefes de los Ejecutivos, algunos ya expresaron que votarán a favor del paquete. El popular Esteban González Pons dijo que el PPE apoyará a Von der Leyen, aunque hayan ignorado a todos los candidatos votados por europeos. También se espera que lo hagan parte de los liberales. Los socialistas aún no han aclarado el voto, aunque será difícil para el PSOE, la delegación más numerosa en el grupo, ir en contra del acuerdo que negoció el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.