
El Fondo Monetario Internacional y su directora gerente, Christine Lagarde, han dado a conocer en Washington su lista de recomendaciones para los ministros de Economía y Finanzas y gobernadores de bancos centrales del G-20 que se reunirán en Fukuoka, Japón, este fin de semana. En el documento, el organismo pide que los países colaboren para crear un sistema de comercio "más abierto, estable y transparente".
En un blog publicado junto al informe, Lagarde pide a los altos funcionarios de los miembros del G-20 que reduzcan las tensiones comerciales y despejen otros obstáculos en el camino de regreso a un crecimiento más elevado y sostenible. "El objetivo debe ser ayudar, no interponerse en el camino del crecimiento global", sentencia.
En este sentido, la máxima dirigente del Fondo hace hincapié en su preocupación por las tensiones comerciales originadas por la Casa Blanca. De hecho estima que el aumento de los aranceles por parte de Estados Unidos y China podrían reducir aún más la inversión, la productividad y el crecimiento. También muestra su preocupación por el anuncio la semana pasada del presidente, Donal Trump, de imponer gravámenes del 5% a todas las importaciones que lleguen de México a partir del próximo 10 de junio.
"Existen pruebas sólidas de que EEUU, China y la economía mundial son los perdedores de las tensiones comerciales actuales", concluye Lagarde, quien hace referencia a los cálculos de la institución sobre las posibles consecuencias que el pulso arancelario tendrá el próximo año.
El FMI ya avisó recientemente que los recientes gravámenes proyectados por las dos economías más grandes del mundo podrían restar alrededor del 0,3 por ciento del PIB mundial en 2020, con más de la mitad del impacto procedente de los efectos negativos de la confianza empresarial.
No obstante, el Fondo estima ahora que los aranceles de EEUU y China, incluidos los implementados el año pasado, podrían reducir el PIB mundial en un 0,5 por ciento en 2020. Esto equivaldría a una pérdida de aproximada de 455.000 millones de dólares, una cifra que supera el tamaño de la economía de Sudáfrica.

Por otro lado, en el documento, el organismo también recuerda que las políticas monetarias acomodaticias también implican que las vulnerabilidades del sistema financiero se acumulan. Entre ellas destaca el elevado nivel de deuda empresarial, que en algunos países como EEUU supera los niveles previos a la crisis financiera y comienza a favorecer a emisores de alto riesgo.
"Los niveles de deuda corporativa han aumentado hasta un punto en que un cambio repentino en las condiciones financieras podría desencadenar salidas de capital disruptivas de los mercados emergentes", señala la directora gerente del FMI.
Precisamente, las tensiones comerciales actuales entre EEUU y China, además de los próximos aranceles a México anunciados por el presidente Donald Trump, han aumentado los temores a un debilitamiento económico que oblige a la Reserva Federal a tener que poner fin a su ciclo de normalización monetaria, que comenzó en diciembre de 2015, y bajar tipos de interés.
En estos momentos, el mercado descuenta ya al menos dos rebaja de 25 puntos básicos en el precio del dinero antes de que termine el año. Precisamente, esta semana, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, hizo un guiño a los inversores dejando la puerta abierta a un recorte de tasas si el contexto económico se debilitara.