Las fábricas española comienzan a prepararse para unos próximos meses duros con ajustes de plantilla. La encuesta del índice de gerentes de compras (PMI) del sector manufacturero en España durante el mes de mayo se sitúa al borde de la contracción por la caída de pedidos internos y externos. Como consecuencia la producción en las fábricas españolas se estancó el mes pasado y hubo una pausa en la contratación, registrándose la primera caída neta del empleo desde finales de 2013, señalan desde la consultora IHS Markit que elabora el índice.
El infome PMI del Sector Manufacturero Español es elaborado a partir de encuestas dirigidas a 400 fabricantes. A partir de las respuestas se elabora el índice en una escala entre 0 y 100. Una lectura por encima de 50 indica que el sector está en expansión, mientras por debajo revela una contracción.
En el dato de mayo, la actividad del sector manufacturero español rozó el estancamiento como consecuencia de la debilidad de la demanda internacional e interna. El PMI se situó en 50,1 puntos, frente a los 51,8 de abril. La industria ya registró su primera contracción en febrero cuando cayó en febrero. Fue la primera vez, que el sector registró un dato negativo desde 2013.
La confianza sobre el futuro se ubicó en mayo en su nivel más bajo en seis meses
Pero quizá lo más interesante del informe es el estado de ánimo de los fabricantes y la información sobre pedidos y empleo. Los empresarios señalan que ha realizado el primer ajuste de plantilla desde finales de 2013, sin que haya visto perjudicado la producción.
Lo más preocupante es que no parece que la situación sea puntual como en febrero. La confianza sobre el futuro se ubicó en mayo en su nivel más bajo en seis meses.
Según el informe, el sector se ha visto afectado por la caída de nuevos pedidos. Dicha caída representó la primera contracción de los nuevos pedidos en tres meses, y los últimos datos indican que la debilidad se centró principalmente en el mercado interno. Hubo empresarios que vincularon este descenso a la inestabilidad política.
Pero la demanda externa también está expuesta a la crisis que atraviesa la industria europea sometida a la presión de la guerra comercial. "Hubo evidencias de una débil demanda subyacente en los mercados europeos clave, especialmente en Francia y Alemania", detalla Paul Smith, economista jefe de IHS Markit.
"Los fabricantes de bienes de capital se enfrentan a un entorno de demanda internacional difícil, ya que la demanda procedente de los principales mercados europeos, especialmente del sector automotriz alemán", apunta Smith.
Las cifras de desempleo oficiales del Ministerio de Trabajo o de la EPA todavía no reflejan los números que están anticipando el PMI, pero desde hace ya meses la estadística ya muestra un menor dinamismo del sector.
El empleo del sector manufacturero tocó fondo a finales de 2014. Desde entonces no ha parado de crecer los puestos de trabajo en la industria. Sin embargo, el ritmo ha ido bajando de manera progresiva en los últimos meses.
Según la Seguridad Social, la industria manufacturera contaban con 1.849.518 personas trabajando por cuenta ajena en abril, lo que supone un 2,61% más que el año pasado y un 0,4% respecto a marzo. Sin embargo, los autónomos que desarrollan su actividad en este sector ascienden a 222.224 trabajadores, que suponen un 0,75% menos respecto a marzo y un 4,98% menos que hace un año. Estos profesionales son los primeros en dejar de contar para las fábricas al sufrir ajustes o caídas de producción. Desde agosto de 2018 este colectivo comenzó a perder afiliados.