Economía

Así toma el independentismo el poder económico en Cataluña

  • El secesionismo está ganando cuotas de poder en instituciones y sindicatos

Tras una primavera electoral muy intensa, en la que el Partido Socialista se ha hecho fuerte en España, el independentismo también ha ganado peso en Cataluña en algunas instituciones y puestos importantes, que esparcen su influencia más allá de los hemiciclos.

De hecho, esta primavera ha permitido al colectivo independentista entrar con fuerza en el sindicalismo del sector público a través de la Intersindical-CSC, un sindicato que ha multiplicado por diez sus resultados entre los funcionarios de la administración de la Generalitat; y tomar la Cámara de Barcelona con la candidatura Eines de País de la ANC, que finalmente ha designado a Joan Canadell, cofundador de Petrolis Independents y del Cerce Català de Negocis, como su presidente tras ganar 31 de las 40 vocalías sujetas a sufragio, ya que la entidad cuenta con 20 más destinadas a 14 empresas que garantizan su participación mediante aportaciones económicas voluntarias y seis para las patronales.

La baza principal del independentismo para su éxito en las elecciones sindicales y de la Cámara de Barcelona ha sido la gran capacidad de movilización de sus partidarios, pese a que su programa se centra en la construcción de la república catalana como solución mágica para resolver todos los problemas económicos y sociales.

A principios de año, las elecciones sindicales del sector público catalán permitieron entrar con mucha fuerza al independentismo en dicho sector con los 35 delegados de la Intersindical-CSC, convirtiéndose en la segunda fuerza sindical, un resultado que mejora con creces la participación residual que consiguió el sindicato independentista en 2017.

Fuentes sindicales explican que todavía es pronto para valorar la acción de los electos de la Intersindical-CSC, pero consideran que algunos de sus delegados van con la idea de luchar por la república ante todo y no responden a sus responsabilidades, que son "luchar por los derechos laborales de los trabajadores catalanes".

Carlos Rivadulla, presidente de la asociación de empresarios contrarios a la secesión Empresaris de Catalunya, advierte a la Intersindical-CSC que "no vale todo para conseguir su objetivo". Según Rivadulla, la estrategia del independentismo es "ir colonizando todas las instituciones para que todo se dirija a promover el separatismo. Es una vieja estrategia".

Con esta estrategia, a mediados de mayo, la candidatura Eines de País de la ANC consiguió la mayoría absoluta en la Cámara de Comercio de Barcelona, tras contar con una participación de apenas el 4%, y designó a Joan Canadell como su presidente. Con el objetivo de "ocupar puestos en todos los organismos de toma de decisiones", el independentismo ha entrado en el poder económico y el mismo Canadell ya ha confirmado que someterá a los empresarios a votación para ver si la Cámara debe presionar "activamente" por la independencia.

Sobre estos resultados, Carlos Rivadulla comenta que "el separatismo ha encontrado una presa fácil donde entrar en una institución muy relevante, porque tiene un presupuesto y un prestigio. Lo han conseguido porque la gente no hace caso a la Cámara". Rivadulla considera que Cataluña tiene así "otra institución que ya no tendrá como prioridad el asesoramiento, el apoyo y la preocupación por el tejido empresarial de Cataluña, sino que la pondrá a disposición de la causa separatista".

La patronal Foment del Treball espera de la Cámara que mantenga una línea continuista "de colaboración y defensa del tejido industrial, comercial y de servicios de Cataluña", ofreciendo "una tarea conjunta a favor de la competitividad". Rivadulla, por su parte, pide que "se preocupen de todos los empresarios, de la economía y punto. Que no tengan agendas ocultas" y advierte: "Nuestra asociación se debe a que lo cumplan y no permitiremos que hagan lo que quieran".

Alcaldía de Barcelona

El independentismo también está a las puertas de la Alcaldía de Barcelona, tras el triunfo en votos de ERC en las elecciones municipales, aunque empató en concejales con Ada Colau (Barcelona en Comú). El sector empresarial de la Ciudad Condal está preocupado ante estos resultados. Gabriel Jené, presidente de Barcelona Oberta -la unión de ejes comerciales de Barcelona- cree que la "división" de los votos hace "difícil designar un liderazgo claro".

Los gremios y asociaciones que operan en Barcelona temen que un gobierno independentista o, en caso de no serlo, con pocos apoyos, vuelva a perjudicar el desarrollo económico de la ciudad. Coinciden en pedir que prime el interés de la ciudad y de todos sus habitantes. "Les recordaremos que no se puede gobernar con el independentismo como eje central porque la ciudad es muy plural, y tenemos que trabajar para que la ciudad mantenga una buena proyección económica y política", defiende Jené.

En la misma línea, Elizabeth Hernández, directora de Barnes en Barcelona, considera que hay que "preservar la institución" y que "el orden político no afecte al económico". Y Emiliano Bermúdez, subdirector general de Donpiso, advierte de que si se genera "incertidumbre e inseguridad política", el futuro "no será bueno".

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